lunes, 8 de julio de 2013

La privacidad y libertad en Internet: En vía de extinción si es que aún existen

La Red, es uno de esos grandes avances tecnológicos que han cambiado la forma en que las personas se relacionan. Al principio, sólo una minoría privilegiada bien sea por su saber o sus recursos económicos podían acceder al conjunto de conocimiento más grande quizá jamás hecho por el hombre... Que con el tiempo, se estandarizó y llegó a casi todo el mundo y cambió, ahí sí, el mundo como lo conocíamos.


El hecho de estar tras una pantalla siempre nos generó una falsa sensación de seguridad: El hecho de pensar que nadie nos estaba observando literalmente nos tranquilizó; Alguna vez sucedió así, pero los cambios tecnológicos se dan sobre una serie de principios sociales determinados y aceptados que pueden y son de hecho afectados en el tiempo, razón por la cual, debía haber un orden, que resultó ser más bien un orden existente que se extendió a ese nuevo plano virtual.

¿Pero por qué un orden? Toda creación humana por ínfima que parezca puede usarse tanto para bien como para mal e Internet no fue la excepción. Su rápido crecimiento de hecho implicó conductas más reservadas en su momento como la injerencia de industrias como la de la pornografía, que sin entrar a emitir juicios morales, dio pie a una serie de actividades que evocan probablemente lo peor del ser humano proyectado hacia un plano virtual.

¿Alguna vez han escuchado acerca de "Deep Web"? Bueno, los servicios como blogs, correo electrónico, noticias y todo lo que sale en Google son sólo la punta del iceberg de lo que es Internet... Bajo el mar, hay toda una profundidad tan oscura y misteriosa como la misma maldad humana. (Ver imagen)


Quizá esa fue la principal razón por la que los gobiernos y la justicias de los países extendieron sus jurisdicciones a todo lo que pueda ser aplicado a Internet y a la "Realidad Virtual" (Entendido como ése plano allá en la Web) pues más allá de lo que veíamos, se propagaba un gran paraíso para que delincuentes y personas con trastornos sociales hicieran de las suyas en las narices de la justicia.

No está mal que el bien aproveche también las herramientas tecnológicas en función del orden pero se debía pagar un precio: Ya no hay anonimato en la Red. Empezando por el simple hecho que para realizar operaciones seguras en Internet implica demostrar que quien dice ser es quien realmente es, sumado al hecho que hoy por hoy, monitorear la actividad, descubrir, individualizar y perfilar a personas incluso con cuentas falsas es tan normal y rutinario como tomar el bus por las mañanas e ir a trabajar... ¿Y todavía se sienten anónimos tras una pantalla? Le ayudará saber que la mayoría de los servicios en la Web están obligados por ley a guardar cierta información de la actividad de sus usuarios y no es que quiera o no, o mi filosofía es ésta o la otra, si quiere existir debe cumplir con las normas. Fin.

Paralelamente pero no aisladamente vemos de cierta forma restringida la libertad en la Red... ¿Pero qué es libertad? ¿Hacer de la sociedad una completa anarquía enferma y auto-destructiva? ¿Pisotear a los demás? ¿Dominar el mundo? No. Para mí libertad viene siendo la capacidad de elegir. ¿Acaso ya no se puede escoger? Sí, pero las opciones ahora cada vez más se reducen a unas pocas empresas que dominan el mercado.

La fórmula funcionó y de hecho funciona, el crimen es combatido por todos los frentes y la justicia tarda pero llega -Excepto en algunos países-. ¿Quedamos contentos? No, hay que dar un paso más allá.

¿Alguna vez vieron la película Minority Report? Retrospectivamente la visión de Steven Spielberg no es tan ficticia como parece, resulta que es exactamente lo que pretenden ciertos gobiernos: "Predecir" actividades ilegales a través de comportamientos determinados en la red y actuar con anticipación... Desafortunadamente, no tenemos personas con habilidades precognitivas como en la película, y la única forma viable de hacerlo ahora y con muchísima menos precisión es intervenir las comunicaciones.

Es por esta razón que el "Boom" de noticias como PRISM, la adquisición de sofisticadas herramientas por parte de las policías del mundo para intervenir comunicaciones de todo tipo, la necesidad de reescribir los términos y condiciones de los servicios Web en función de una privacidad más abstracta y por tanto menos tangible son solo una parte de algo que ya no debería sorprendernos: La privacidad y libertad en Internet como la conocíamos están en vía de extinción si es que aún existen.

Probablemente el ciudadano promedio no tenga ni deba preocuparle nada de lo aquí expuesto, pero a sí mi preocupa sólo un aspecto y es uno de los argumentos con los que introducía este mismo post: "Toda creación humana por ínfima que parezca puede usarse tanto para bien como para el mal" y surgen en mí una serie de cuestionamientos: ¿Sabrán los gobiernos y otras entidades fijar verdaderos límites para respetar los derechos mínimos que tienen sus usuarios? ¿Sabrán los gobiernos usar estas herramientas en función del bien común y no al servicio de unos cuantos? ¿Estamos exentos de que estas herramientas no caigan en las manos equivocadas? ¿Todo lo que diga puede ser usado en mi contra?

Solo el tiempo lo dirá...

2 comentarios:

  1. Diego, lo malo es dejar "domarse" por esto y acostumbrarse al hecho de que alguien nos puede estar observando por la simple razón de haber incluido alguna palabra "peligrosa" en un mail, una publicación que compartiste en G+ o face.

    Recuerdo que en Argentina, luego de los atentados a la Embajada israelí y la AMIA, la policía llevaba gente presa por "portación de apellido". Llamarse Ahmed o "Al" lo que sea era causal de detención. Y en este caso puede pasar lo mismo. Escribir algo como "La pasé bomba anoche en la embajada" puede convertirte en un blanco de interés para cualquier agencia, y adiós a la frase "Probablemente el ciudadano promedio no tenga ni deba preocuparle nada....".

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes toda la razón Juan Carlos... Ahora como ciudadano común quedé más preocupado :/ - Gracias por tu comentario

      Eliminar