domingo, 17 de abril de 2011

La tecnología no se lleva bien con la política

Durante éstos días, Colombia ha sido el centro de la atención mundial en términos de tecnología al presentar un proyecto de ley que pretende regular la piratería en Internet. El problema radica en que el proyecto, -cuyos objetivos pueden ser tan nobles y sublimes para nuestra patria y sus ciudadanos- deja muchos vacíos (términos y alcances sin resolver) que dan pie (y no es una sospecha) a que el contenido de la red pueda limitarse e incluso censurarse en el país.


En ese contexto reflexionaba para mí mismo sobre el papel de la política en la vida nacional y por supuesto su incidencia sobre la tecnología y recordé algunos eventos desafortunados en mi vida al respecto:

Mi primera gran decepción de la política (En términos de tecnología) fue en la Universidad. Allí realicé una investigación sobre el impacto ambiental de la infraestructura móvil y encontré muchísimas inconsistencias por parte de los entes reguladores: Para empezar, nunca se protegió el medio ambiente en los diseños y construcción de la infraestructura de telefonía móvil (hablo de las antenas), nunca se contempló su impacto sobre el paisaje urbanístico y lo que es más triste, es que los grandes son los que mandan en el mercado y colocaron sus antenas literalmente donde se les dio la gana.

Es por eso que ahora, intentar romper el monopolio de los grandes operadores móviles es tan complicado, es por ello que los gastos por interconexión de redes son tan elevados, y es por eso que salvo uno que otro estudio de alguna universidad privada es difícil medir el impacto real de la tecnología móvil en el área urbana y por supuesto su impacto sobre la salud de los ciudadanos.

Luego, me fui por el lado del Software Libre y ¡Adivinen! Casi todo la infraestructura del gobierno usa tecnologías propietarias. Pertenezco al reducido grupo de usuarios que nunca pudo acceder a algún sitio del gobierno porque no funcionaba en otra mugre cosa que no fuera Internet Explorer y pertenezco al grupo que siempre se perdió de algo porque su sistema operativo no era compatible con el resto del mundo (Según ellos claro).

Más tarde descubrí que nuestras mismas regulaciones hacen que los productos y servicios de tecnología cuesten más... ¿Se han preguntando cuánto paga un computador por impuestos para ingresar al país? ¿Se han preguntado por qué nuestro servicio de Internet es tan costoso y lento respecto a otros del continente? ¿Se han preguntado por qué la tecnología se considera un lujo en éste país cuando en otros es un producto de primera necesidad? Es gracias a nuestro excelente sistema tributario que obtiene recursos para invertir en el desarrollo del país (O eso dicen al menos).

Es gracioso ver cómo entes del estado promueven combatir el analfabetismo digital y la inclusión en la tecnología sin darse cuenta que son ellos mismos los que, a través de sus regulaciones, impuestos exagerados y malas decisiones (como escoger Microsoft para programas como Computadores para Educar) excluyen a las personas de bajos recursos a acceder a la tecnología. Hasta risa me da, tanta "generosidad" del gobierno cuando excluyó por un tope de dinero ciertos equipos de cómputo de impuestos como el IVA.

Ojalá mi decepción se hubiera quedado ahí, pero tuve que tocar fondo y enterarme de cómo elegían dichas tecnologías propietarias sobre otras: Todo gran proyecto del gobierno involucra mucho dinero de por medio y por tanto las famosas licitaciones, ahí fue cuando me dí cuenta que las decisiones no se tomaban nunca en base a razones técnicas que demostraran que tal solución era mejor que otra, sino que a través de vicios en las licitaciones, todo se movía desde el lado oscuro de las conveniencias... conveniencias orientadas a soluciones cerradas que favorecían a unos cuántos.

La Ley Lleras (Como se le conoce al proyecto que deja la puerta abierta a la censura de la red en Colombia) es la cúspide de la gran conclusión a la que he llegado: "La tecnología no se lleva bien con la política".

De por sí, pocas veces hablo de política (Salvo uno que otro comentario en Twitter) pero lo que si es cierto es que aunque es un mal necesario, la política no me gusta, precisamente porque siempre está llena de vicios, siempre es un movimiento de intereses (que jamás son los comunes) y siempre da pie a las jugadas bajo la mesa... añadiéndole siendo serios: La política no sabe de tecnología. Todos éstos elementos se evidencian en la ponencia de la Ley Lleras: Carece de claridad, favorece los intereses de unos cuantos (acá ciertos autores y el servilismo de Colombia al que estamos acostumbrados frente a Estados Unidos) y la jugada bajo la mesa es el "amangualamiento" de la ley con los proveedores de Internet y algunas empresas como Microsoft Colombia (Que calladitos no dicen nada pero les conviene).

Por eso mismo a veces se me salen algunos comentarios contra el Ministerio de Comunicaciones y uno que otro indirectazo mencionando a la #brigadaDigital en Twitter; Una iniciativa del gobierno que nació sublimemente para ayudar a los damnificados del invierno a través de la red (¡Y funcionó!) y que ahora se enfocó a hacer un gobierno más participativo (¿A alguien de la brigada le preguntaron sobre la Ley Lleras?) (Claro ese participativo le aplican restricciones)... pero que ahora, se dedica a hacer actividades irrelevantes y no a legislar sobre lo que realmente importa...

Colombia siempre llega tarde en términos de tecnología a todo pero a los políticos les encanta dárselas de modernos y trabajadores y suponer que vamos a la vanguardia... lo peor: Hay gente que todavía les cree detrás de formalismos como el "acuerdo", el "diálogo" y el "consenso".

La tecnología no va bien con la política porque nunca se ha desarrollado para generar barreras, nunca ha distinguido entre credos y distinciones sociales, la tecnología siempre piensa en todos y por el contrario siempre nos brinda más herramientas para mantenernos más unidos y en contacto. En mi experiencia como desarrollador puedo decir con total seguridad que uno siempre piensa en que su producto final llegue a todas partes. La política, en cambio, es la que se encarga de generar todas las barreras, es la que se encarga de crear los niveles y decidir si alguien puede o le conviene acceder o no a ésa tecnología aún cuando su principio fundamental siempre ha sido proteger y velar por los derechos del ciudadano.

Dice el célebre autor: "La tecnología es inútil si no es capaz de llegar hasta el último hombre sobre la tierra" y aunque aún tiene muchos retos que superar hasta ahora creo que por sí misma ha cumplido... que no sea ahora la política la que lo impida.

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Descargo de responsabilidad (Disclaimer):
Este post no está basado en ninguna investigación científica confrontable, por tanto, representa la opinión de su autor basado exclusivamente en su experiencia. Los hechos descritos aquí hacen parte de una dramatización y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Esta publicación no busca herir suceptibilidades de políticos ni personas involucradas en el área, por el contrario, les anima a trabajar más fuerte para que algún día los no creyentes en la política como el autor "Crean".

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Imagen plagiada tomada de
IPE Journal
http://ipejournal.blogspot.com/2008_09_01_archive.html

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